La de Sanz fue la única medalla de la jornada para la delegación española, en un día en el que las deficientes visuales Eva Ngui y Sara Martínez fueron quinta y sexta en la final de los 100 metros, respectivamente; el deficiente visual Abel Herrera acabó séptimo en el lanzamiento de disco y el discapacitado físico David Bravo sólo pudo ser noveno en longitud.

Sanz dominó la carrera de principio a fin y con mucha superioridad respecto de sus rivales, hasta el punto de que los dobló en la pista del estadio Stadsbroek.

El alicantino hizo un tiempo de 13'54"84, que supone un nuevo récord de los mundiales, por los 14'36"62 del subcampeón, el austríaco Thomas Geierspichler, y los 14'39"07 del japonés Tomoya Ito.

A este respecto, hay que recordar que Sanz ya se impuso en la final de los 5.000 metros en silla de ruedas del pasado domingo, pero un error de los jueces en el control de la carrera obligó a la repetición de la prueba.

Entonces, Sanz acabó contrariado y comentó: "No puedo creer que esto ocurra en un Mundial y que tenga que repetir una prueba que he ganado con mucha solvencia y que te mantiene a 185 latidos durante 14 minutos".

Sin embargo, hoy hizo una mejor marca que entonces, ya que el domingo paró el crono en 13'59"11, que también suponía un nuevo récord de los mundiales.

Después de cinco jornadas de competición, el medallero continúa dominado por China, seguida de Estados Unidos, Australia, Alemania, Gran Bretaña y España.