Estos resultados suponen un descenso respecto a los dos oros, dos platas y dos bronces conseguidos en el Mundial de Túnez 2003, lo que valió para colocar a España tercera en el medallero, sólo por detrás de Polonia, la gran dominadora, y de la selección anfitriona.

Para esta ocasión, participaron representantes de 22 países en un Mundial organizado por la Asociación de Atletismo del Territorio de la Capital de Australia (ACT Athletics) y que fue la competición atlética internacional más importante de este año para los deportistas con discapacidad intelectual.

Los mayores éxitos los protagonizó el murciano José Antonio Expósito, que se hizo primero con la medalla de bronce de los 100 metros lisos, distancia en la que defendía el título mundial.

Expósito quedó cuarto en las preliminares (11"60) y también en las semifinales (11"59), pero subió al tercer peldaño del podio en la final (11"41), superado por el puertorriqueño Osvaldo Nieves, actual recordman mundial y que hizo 10"89, y por el australiano Andrew Newell, que paró el crono en 11"38.

OTROS RECORDS Además, el atleta completó su participación con un segundo puesto en el salto de longitud. El español, que posee el récord del mundo con 7,37 metros, voló hasta los 6,66 metros, sólo tres centímetros menos que el campeón, el portugués Lenine Cunha.

Por otra parte, la cuarta y última medalla de España corrió a cargo del valenciano Enrique Moret, subcampeón en los 10 kilómetros marcha con un tiempo de 49'25"47, lejos de los 47'45"51 del ganador, el portugués Pedro Isidro.

Los demás españoles tuvieron desigual fortuna. Así, el albaceteño José Martínez Morete sólo pudo ser cuarto en los 800 metros lisos, con un tiempo de 2'05"22, a casi dos segundos del podio, cuando logró el tercer mejor tiempo en las preliminares; y en los 400 metros no accedió a la final por tener el noveno mejor tiempo en la carrera previa.

Por otra parte, en Canberra se batieron cinco récords del mundo, a cargo de la holandesa Vanessa Lutonto en los 100 metros vallas (17"70), la polaca Ewa Durska en el lanzamiento de peso (13'76 metros), la portorriqueña María Cortés-Díaz en el lanzamiento de martillo (43'61 metros) y el polaco Krzyszt Kaczmarek también en martillo (36'51).

La quinta plusmarca mundial fue la de la polaca Ewa Durska en el lanzamiento de martillo, ya que sus 43'57 metros fueron mejores que los 41'87 que poseía la portorriqueña María Cortés antes del Mundial, pero ésta fijó el nuevo récord con los mencionados 43'61.