La combinación de estos elementos permitirá, a juicio de las empresas autoras del proyecto, resolver los problemas creados por los detectores cásicos de humo y calor, en especial las falsas alarmas.

El sistema propuesto reduce las falsas alarmas al realizar una verificación triple del supuesto incendio.

Por otra parte, el sistema puede ser facilmente extensible, según la empresa española, a otros usos de no menor interés, como la intrusión de personas un recinto concreto.

La contribución de Ibermática a este proyecto Eureka, aprobado por la Conferencia de La Haya de 1991, se centra en la concepción y desarrollo del interfase de usurio y en el proceso de imágenes del espectro visible y del infrarrojo. En la realización de estas tareas colabora, además, el Instituto de Tecnología del Conocimiento de la Universidad Complutense de Madrid.

Los posibles focos de fuego estarán vigilados por una serie de puestos de adquisición de imagen, cada uno contará con una cámara infrarroja, otra de imagen visible y un dispositivo direccional que tomará datos y analizará la radiación procedente del foco de calor.

Las imágenes infrarrojas detctan los puntos de calor, mientras que las visibles buscan evidencias de fuego analizando focos de luz o de humo y cada puesto de adquisición de imágenes estará enlazado con un pequeño ordenador, donde se analizará la hipótesis de fuego.