Además, analizará los procesos del cosmos y definirá las cargas útiles que se embarcarán en las plataformas y satélites. Entre ellas, la del primer miisatélite del INTA, que será lanzada en 1994 y que llevará los instrumentos necesarios para observar los procesos violentos del Universo, que se generan a más de un millón de grados.

El laboratorio participará de forma activa en la definición y ejecución de un plan de diseño y operación de cohetes de sondeos nacionales y de globos sondas, imprescindibles para realizar los programas de lanzadores y plataformas adecuados en el campo de los micro y minisatélites.

El LAEFF tratará de fomentar el desarollo tecnológico español, creando equipos científicos, y de almacenar todos los datos sobre el espacio que se reciban en España, procedentes de la Tierra, de los satélites científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA) o de otros a los que tenga acceso.

Alvaro Giménez, director del LAEFF, declaró a Servimedia que su equipo tratará de dar un mayor y mejor aprovechamiento científico a las estaciones espaciales que hay en España, que actualmente "no se utilizan a pleno rendimiento".

Según Giménez el laboratorio recoge una vieja aspiración científica del sector aeroespacial, que es la de centralizar, mediante un banco de datos, las informaciones obtenidas de la investigación espacial por satélites, evitando así su pérdida.

Para lograr estos objetivos, el centro mantendrá una estrecha colaboración con otros organismos públicos y privados de investigación. Los primeros miembros de este laboratorio son científicos, físicos y astrofísicos del INTA, del Centro Superior de Investigaciones Científica (CSIC) y de la ESA.

También podrán acceder a él investigadores de otros organismos, universidades o institutos para desarrollar sus trabajos y obtener las informaciones que necesiten.