EN ESPAÑA HAY MAS DE ONCE MILLONES DE ANALFABETOS FUNCIONALES
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Más de once millones de españoles no saben leer o escribir, no han asistido a la escuela o no han terminado sus estudios elementales. Es decir, el 27,5 por ciento de la población es considerada analfabeta funcional, según datos de la Encuesta de Población Activa elaborada en 1988.
España, según el document "Analfabetismo en Europa", realizado por la Comisión de las Comunidades Europeas, ha conseguido reducir el número de analfabetos totales, entre un 3 y un 5 por ciento de su población, pero un amplio grupo -los analfabetos funcionales- es incapaz de responder a las nuevas exigencias que entraña la sociedad desarrollada, que exige una mayor formación.
Entre la población activa española, cerca de siete millones de personas, entre las que predominan las mujeres, son analfabetas o no tienen estudios.
El panorama español no parece sin embargo tan desalentador si se compara con el resto del mundo, habitado por 1.000 millones de analfabetos totales, una cifra que, según manifestó el pasado lunes el secretario general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, disminuyó por primera vez el pasado año.
Fue precisamente en 1990, Año Internacional de la Alfabetización, cuando se proclamó la Declaración Mundial Sobre Educación para Todos, suscrita por España y que "constata que, en términos generales, la educaión que hoy se imparte adolece de graves deficiencias", por lo que es necesario trabajar para fortalecer una adecuada educación básica.
Al margen del esfuerzo de escolarización que se hizo a partir de los años 60 en España, en la década de los 80 se inició en nuestro país una reflexión sobre el fracaso escolar como primer síntoma de un riesgo de analfabetismo regresivo.
Tres factores se consideran como decisivos del analfabetismo: la edad, puesto que los más viejos son los más afectados; el sexo,ya que hay tres mujeres analfabetas por cada hombre en España, y el origen geográfico (la población de las zonas rurales es la más expuesta, así como la del sur del país).
En 1984, el Ministerio de Educación y Ciencia inició un gran programa de alfabetización dirigido a las personas del medio rural, de barrios periféricos y de minorías étnicas, con la colaboración de otras instituciones, entre ellas las universidades populares, que han desarrollado un papel capital en este campo, con relevantes iniciaivas pedagógicas, según fuentes del MEC.
El programa no pretende imponer ningún método pedagógico, pero entiende que el proceso de aprendizaje no puede limitarse a nociones de lectura, escritura y cálculo, sino que se trata de un proceso que se inscribe en el marco de la educación permanente de adultos.
En la actualidad, en las provincias donde las competencias educativas dependen del MEC existen 214 centros de educación permanente de adultos y 248 aulas, que trabajan en colaboración con los ayunamientos, universidades populares y otras asociaciones no lucrativas.
Según los datos aportados por el MEC, 205.753 personas estudiaron durante el curso 1989-90 en estos centros, a los que acudieron para alfabetizarse, obtener el certificado escolar, el graduado escolar o preparse para los exámenes de FP I. Estos centros también ofrecen la posibilidad de participar en talleres de actividades socioculturales.
Este año se ha puesto en marcha, en colaboración con el Inem, el Plan de Educación Permannte de Adultas (PEPA), un proyecto dirigido a las mujeres analfabetas.
PEPA proporciona formación básica para elevar el nivel cultural de las mujeres y formación profesional para acceder a un puesto de trabajo.
Igualmente, en colaboración con el Instituto de la Juventud, funciona el Programa de Garantía Social y Formativa, destinado a jóvenes neolectores de más de 16 años.
(SERVIMEDIA)
07 Nov 1991
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