Alcaide hace esta estimación en un estudio sobre "Balance de población, el empleo y el crecimiento económico de España en el año 2000 y expectativas para el 2001", que publica el último número de la publicación especializada "Crónica de Ecoomía".

De acuerdo con el profesor Alcaide, "según los datos oficiales sobre el movimiento natural de la población en el lustro 1995-1999, nacieron en España 757.606 niños y fallecieron 822.879 personas, lo que supondría que, con saldo migratorio cero, la población española habría descendido en cinco años en 65.273 habitantes".

A su juicio, "el problema de la inmigración que tanto preocupa actualmente a la sociedad española hay que asumirlo sin reservas, dado que la caída de la natalidad no sólo pomovería un descenso demográfico continuado, sino un profundo cambio en la estructura de la pirámide de población española que sería más problemática a la altura del año 2025".

Alcaide asegura que "un determinado nivel de la población activa frente a la población total resulta imprescindible para la continuidad del proceso de convergencia de la economía española con el resto de países europeos comunitarios. Los puestos de trabajo ocupados actualmente por los extranjeros en las ramas de la agricultura,construcción y servicio doméstico son rechazados por la población autóctona desempleada".