Según informaron a Servimedia fuentes del Instituto Nacional de Consumo, la alerta de retirada se inició el 5 de enero pasado y se trasladó la orden a las comunidades autónomas de retirar esta golosina, principalmente comercializada en establecimientos regentados por personas de origen oriental.

Además, desde el pasado 8 de enero se decidió el cierre de fronteras a la entrada de este producto, procedente de Taiwan, por lo que es poco probable que quede todavía alguna golosina a la venta.

La Unión Europea (UE) aprobó ayer con carácter de urgencia la venta de este producto, ante la muerte por axfisia de arios niños en Canadá y Estados Unidos, si bien varios países, como España, ya habían tomado medidas al respecto.

El aditivo E-425 se usa principalmente en golosinas pequeñas, casi siempre en porciones individuales con forma de fruta o con un caramelo duro dentro, lo que provoca más problemas en su ingestión y llega a provocar la muerte por asfixia.