Este análisis ha sido reaizado en función de la "tasa de crédito de proveedores sobre total de fondos ajenos". Los tres países mencionados son los únicos en que este ratio tiene valores positivos: España con un 2,47%, Francia con el 7,26% e Italia con el 26,17% (según datos de 1992).

El informe destaca que en el caso español el porcentaje es un valor medio para todas las grandes empresas minoristas, pero por ejemplo en el caso de Pryca esta tasa se eleva al 50,43%. "Pryca es una de las empresas que más rápidamente ha crecido n los últimos años en España", añadió.

Además, España es el segundo país, después de Italia, en que las grandes empresas comerciales registran una mayor diferencia entre sus plazos de pago y sus plazos de cobro, que se cuantifica en 74 días. Así, mientras los hipermercados y grandes almacenes pagan a sus proveedores en 109 días, cobran de sus clientes en unos 34.

Según el análisis efectuado, esta práctica de aplazar pagos y cobros es habitual tanto en el sector de la distribución como de la fabriación (aunque la diferencia entre ambos parámetros es mucho menor que la que se produce en las grandes empresas comerciales) y coloca a España en el primer país en realizar esta práctica.

EXTENSION DEL PROBLEMA

Las empresas españolas de alimentación, bebidas y tabacos utilizan unos plazos de pagos de 108 días de media (datos de 1992), pero en cambio sus plazos de cobro son de 71. El informe indica que de esta forma han extendido el problema en el retraso de sus cobros pendientes al escalón inferior,los productores de materias primas, sector más atomizado y débil.

A su vez, las empresas comerciales aplazan sus pagos 94 días y cobran a 84. El retraso en los cobros se extiende a las pymes minoristas, lo que apunta a que existe una tendencia en el consumidor español en retrasar el pago de sus compras, normalmente por el uso de tarjetas, bancarias o del establecimiento.

El informe indica que aunque existe margen para reducir el nivel de los cobros y pagos en España, hacerlo bruscamente podría prducir perjuicios económicos para los proveedores, y también para el ritmo de aperturas de los grandes distribuidores.

En este sentido, valora positivamente las medidas contempladas en la Ley de Comercio, para resolver los problemas generados por los retrasos en los pagos, pero añade que serán necesarias medidas de concienciación y autorregulación del sector para lograr la reducción gradual de los plazos.