El Ejecutivo español propuso a la Embajada de Francia, en septiembre de 1992, la firma de un acuerdo bilateral sobre este asunto, con el objetivo de establecer un arco para una más estrecha colaboración.

El texto del acuerdo consta de diez artículos, referidos a la asistencia a personas que se encuentran en peligro en el mar, a coordinar actividades de búsqueda y salvamento y a coordinar acciones en las zonas de responsabilidad limítrofes.

Los centros de salvamento marítimo de uno y otro país podrán solicitar a la otra parte la ayuda que precisen, así como permisos para la entrada de buques.

Además, España y Francia desarrollarán programas de formació y ejercicios conjuntos, intercambiarán funcionarios y crearán un órgano de seguimiento.

El acuerdo, que tendrá una duración ilimitada, entrará en vigor cuando ambas partes sehayan notificado mutuamente, mediante canje de notas diplomáticas, el cumplimiento de las formalidades constitucionales respectivas.