En ambos acuerdos, los países reconocen recíprocamente los permisos y licencias de conducción nacionales expedidos por sus autoridades a favor de quienes tuvieran su residencia legal en lOs mismOs, siempre que se encuentren en vigor y de conformidad con la Tabla de Equivalencias.

Asimismo, los dos acuerdos permiten a los titulares de un permiso válido y en vigor, expedido por uno de los estados, conducir temporalmente en el territorio del otro durante el tiempo que determine la legislación nacional del Estado donde se pretenda hacer valer esa autorización.

Una vez pasado el período de tiempo antes mencionado, y establecida su residencia legal en el otro Estado, se podrá obtener un permiso o licencia de conducción equivalente al del Estado de residencia.

Asimismo, los acuerdos establecen igualmente los supuestos en los que los titulares de permisos y licencias de conducción filipinos, guatemaltecos y españoles tienen que realizar exámenes teóricos o prácticos cuando soliciten el canje de permisos de conducción por los equivalentes del otro país.