En ese periodo de tiempo ardieron en nuestro país un total de 159.688 hectáreas (ha.), correspondientes a 5.978 incendios, mientras que hasta la misma fecha de 1990 se habían quemado 123.016 ha. en 8.508 siniestros.

Un total de 74.941 ha. de las arrasadas este año por el fuego eran arboladas, mientras que el año anterior el terreno de bosque o plantaciones perdido fue de 50.047 ha.

Sólo 1989 registraba peores ifras por esas fechas desde 1987. Entre el 1 de enero y el 18 de agosto de 1989 se llevaban quemadas 194.101 ha. como consecuencia de 9.686 fuegos, de las cuales 83.327 ha. eran de monte con árboles.

En cambio, tanto en el mismo periodo de 1987 como de 1988 los datos fueron notablemente inferiores a los de los dos últimos años.

La superficie total afectada por el fuego en 1987 fue de 47.532 ha. por la acción de 3.944 incendios, mientras que al año siguiente las cifras fueron 27.796 ha. y 2.297 inendios.