El último informe de la OCDE sobre emigración pone de manifiesto la "estabilización" en los flujos migratorios con destino a los países más desarrollados y, además, destaca cómo en 2004 ha caído un 25% la entrada de inmigrantes en la UE-15, si bien esta cifra se ha visto influida por la entrada de 10 nuevos países, lo que altera la estadística.

En el caso de España, con un 3,8% de población inmigrante, ocupa el puesto diez en este ranking entre los países de la Unión Europea, muy por debajo de Luxemburgo (36,9% de población extranjera), Austria (8,8%), Alemania (8,9%), Grecia (7%), Francia (5,6%), Irlanda (5,9%), Reino Unido (4,5%) y Holanda (4,2%).

Además, España ocupa también los últimos puestos de la comparativa entre los 30 países más industrializados del mundo, muy por debajo de Estados Unidos (6,6%), Suiza (20,5%) o Australia (7,4%).

La OCDE destaca cómo en los últimos años numerosos países han puesto en marcha normativas "más estrictas" para la entrada y residencia de inmigrantes con el fin de asegurar una mejor integración en las respectivas sociedades. No obstante, los inmigrantes siguen teniendo problemas de empleo y de vivienda en los países a los que acuden.

Finalmente, el informe destaca el "fuerte crecimiento" en el periodo 1998-2003 de estudiantes extranjeros con destino a los países de la OCDE. Así, mientras países como Australia, Canadá y Francia ganaron muchos estudiantes, en ese mismo periodo, la entrada de estudiantes en Estados Unidos bajó un 26%.