En concreto, el 34,4% de los activos financieros de las familias españolas está compuesto por dinero invertido en acciones y fondos de inversión. En el primer lugar del ránking figura Estados Unidos (46%), seguido por Finlandia (39,3%).

Por lo que se refiere al ahorro destinado a depósitos y dinero en efectivo, el 43,4% de los activos financieros de las familias españolas se compone de esta partida, lo que sitúa al territorio nacional en el cuarto puesto de la lista, sólamente superado por Austria (55,8%), Japón (54,9%) y Portugal (43,9%).

No obstante, el volumen de los depósitos en las entidades financieras está experimentando una reducción en España, causada por el bajo nivel de los tipos de interés (en la actualidad en mínimos históricos) y por la recuperación de los mercados bursátiles.

De hecho, el creciente interés por los fondos de inversión como instrumento de ahorro y el alto endeudamiento de las familias ha provocado que exista una brecha entre los recursos captados y los créditos (en constante crecimiento), obligando a los bancos y cajas de ahorros a buscar financiación externa.