En total, nuestro país dstinó en 1995 a estos fines el 3,3% de su PIB. De este porcentaje, el 2,6% tuvo como fin políticas pasivas (subsidios y pensiones), mientras que el 0,7% restante se dirigió a políticas activas de creación de empleo.

La OCDE destinó el año pasado 530.000 millones de marcos alemanes a políticas de empleo. El mayor gasto se produjo en Europa, que destina más del 3% de su PIB a este objetivo. Como contrapunto, Estados Unidos y Japón destinan el 0,5%.

A la cabeza de la lista se sitúa Dinamarca, con el6,9%, seguida de Finlandia (5,7%), Suecia (5,5%), Bélgica (4,3%), Holanda (4,2%), Alemania (3,4%) y España.

En casi todas las naciones la mayor cantidad de recursos va destinada a las medidas pasivas de política de empleo. Aquí los primeros lugares los ocupan nuevamente Dinamarca y Finlandia, seguidas de Holanda y Bélgica. España ocupa el quinto lugar.

En medidas activas, nuestro país no se sitúa en los puestos de cabeza, que son copados por Suecia, Dinamarca, Finlandia, Bélgica, Noruega, Alemani y Francia, que dedican entre el 3 y el 1% de su PIB.