El texto de esta Carta Europea tiene un especial significado para España, n sólo por la importancia de las lenguas regionales en nuestro país, sino también porque el mismo es obra, fundamentalmente, de políticos y parlamentarios españoles.

España, además de uno de los principales impulsores de la Carta, ha sido considerada por el Consejo de Europa como el ejemplo a seguir por los demás Estados miembros, al estimar que es el país en el que el régimen de uso y protección de las lenguas minoritarias ha alcanzado un mayor grado de desarrollo.

Esta especial importancia de laCarta para nuestro país ha sido también apreciada por el Senado que, a través de sendas mociones de 24 de marzo de 1998 y 6 de mayo de 1999, ha instado al Gobierno a ratificar aquella a la mayor brevedad posible.

PROTECCION Y FOMENTO

La Carta tiene como finalidad, según se señala en el preámbulo, la protección y el fomento del empleo de las lenguas regionales o minoritarias en los distintos países y regiones de Europa como forma de contribuir al mantenimiento y desarrollo de las tradiciones y la riqeza cultural de Europa, así como a la construcción de una Europa basada en los principios de la democracia y la diversidad cultural en el ámbito de la soberanía nacional y de la integridad territorial.

Al depositar el Instrumento de Ratificación, cada país debe manifestar las lenguas que se consideran minoritarias en su territorio, así como señalar un mínimo de treinta y cinco párrafos o apartados de las medidas de fomento recogidas en la Parte III que se compromete a aplicar.

Para cumplir con esa previsión, España formula una Declaración que recoge el contenido de la moción aprobada por el Pleno del Senado el 24 de marzo de 1998.