Los Países Bajos, Bélgica, Reino Unido, Francia y Portugal, junto a España, son los estados que han puesto en marcha esta tarjeta, que disfrutan 1.700.000 titulares y que nació con la voluntad de "hacer más accesibles a los jóvenes los medios de una cultura abierta".

Sin embargo, según fuentes de la Comunidad Europea, lo que los catálogos repartidos por los organismos de estión de la tarjeta más difunden es "el conjunto del mercado de consumo al que los jóvenes tienen acceso con su utilización": ropa, joyas, ajuar doméstico, flores, material informático o audiovisual, etc.

Un total de 300 puntos de venta, con 9.100 establecimientos adheridos, forman la infraestructura de apoyo a este carné joven en España.

El dato contrasta con los 22.000 puntos de venta de que dispone Francia, que tiene 30.000 establecimientos unidos al plan y que, sin embargo, sólo cuenta con 20.000 titulares de la tarjeta.

LOS MAS FAVORECIDOS

Según las últimas estadísticas de la Comunidad Europea, "los medios socialmente más favorecidos son los que más utilizan esta tarjeta: el 35 por cien de los titulares provienen de familias cuya cabeza tiene una profesión intermedia, y el 20 por cien de los titulares tienen microordenador personal".

Estos datos han hecho plantearse a la CE que "si uno de los objetivos del sistema era reducir las desigualdades sociales entre los jóvenes", no les ueda más remedio que "hacer un importante esfuerzo para que la tarjeta llegue a los sectores menos favorecidos".

Respecto a los aspectos meramente consumistas de esta oferta, la Comunidad Europea también se ha planteado que "la trivialización de los productos ofrecidos puede hacer olvidar la intención cultural de la Tarjeta Joven, que era primordial cuando se creó".

Por lo que se refiere a las edades de utilización, los sondeos comunitarios dicen que más del 70 por ciento de los usuarios tienen etre 15 y 20 años, el 18 por ciento entre 20 y 26 y el 10 por ciento menos de 15 años.