Según el estudio de la OCDE, los países nórdicos son los que cuentan con mayor volumen de funcionarios en relación a la población activa total. Tras Suecia se sitúan Dinamarca (32%), Noruega (31%), Francia (24%), Finlandia (23%), Austria (21%), Bélgica (19%), Italia (18%) y Portugal, también con el 18%.

Preceden a España en la lista Irlanda, con el 17%, Alemania (16%), Estados Unidos (16%) y Gran Bretaña (15%). Detrás de nuestro país figuran los Países Bajos (1%), Suiza (11%), Grecia (10%) y Japón, que registra el nivel más bajo de funcionarios entre su población activa, con el 8%.

Las tres administraciones públicas españolas (Estado, autonomías y corporaciones locales) tenían el pasado 1 de enero 1.981.670 empleados, lo que supone un aumento de 55.056 en relación a un año antes, según datos del Ministerio para las Administraciones Públicas.

Este crecimiento es atribuible principalmente a las autonomías, ya que la oferta de empleo de la Administración el Estado durante ese año fue claramente restrictiva y no llegó a cubrir las bajas que se produjeron.

Los 1.981.670 empleados públicos actualmente en nómina se distribuyen de la siguiente manera: 620.474 de las autonomías, 607.730 de la Administración central y 425.156 de los entes locales.

A ellos se les unen 125.088 miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (un 6,31% sobre el total de empleados públicos), 82.230 efectivos de las Fuerzas Armadas (4,15%), 40.237 funcionarios de juticia -dependientes del Consejo General del Poder Judicial- (2,27% del total de funcionarios) y los 80.765 empleados de universidades.