Esta tendencia seguirá manteniéndose en 1992, según Defensa, ya que sus únics proyectos que no han sufrido un recorte presupuestario son los incluidos en el capítulo de Investigación y Desarrollo (I+D).

El ministerio está muy interesado en potenciar los programas espaciales por dos razones: que España no quede rezagada en la carrera mundial por disponer de tecnología punta y porque este tipo de proyectos tiene aplicación en la vida civil.

El año próximo, será puesto en órbita el satélite de comunicaciones Hispasat, en el que España ha invertido 56.000 millones de pesetas En abril de 1992, el ingenio viajará a la base de Kourou (Guayana francesa) para que lo ensamblen en el cohete Ariane.

COMUNICACIONES

Su centro de control estará ubicado en la localidad madrileña de Araganda del Rey y, cuando sea lanzado, España dispondrá de 16 canales por satélite para telefonía, radiodifusión, vídeoconferencias y televisión.

En 1994, el INTA colocará en el espacio un minisatélite de astrofísica que se convertirá en el primero lanzado por nuestro país. Su costo ascenderá a 3.00 millones de pesetas.

La política de investigación aeronáutica española se ha visto avalada por la reciente decisión de la Unión Europea Occidental (UEO) de ubicar en Torrejón de Ardoz (Madrid) su centro de satélites, que también comenzará a funcionar en el 92.

Todos esos programas, en los que ha veces no han sido obtenidos los resultados apetecidos, han servido posteriormente para mejorar los aviones, como fue el caso del "mirage III", aunque su ejecución final no tuvo éxito.

Por ello, Deensa va a "mirar con lupa" los programas donde invierta dinero, aunque fuentes del departamento señalan que, algunas veces, en los foros internacionales existen presiones políticas para que determinados proyectos sean aceptados.