De esta manera se puso fin a los seis meses en los que España ha estado al frente de la organización europea que nació en 1949 con el fin de proteger los derechos humanos, el Estado de Derecho, la democracia y la herencia cultural común.

Fue la primera de las grandes instituciones intergubernamentales europeas y a ella pertenecen en la actualidad todos los países del continente, salvo Bielorrusia, que ya es candidata para adherirse.

En su discurso de despedida, Moratinos repasó los acuerdos sobre igualdad, contra el terrorismo y el impulso a la reforma del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que se han realizado durante la presidencia española.

El jefe de la diplomacia española señaló que el acuerdo sobre la Corte permite "rejuvenecer y agilizar" el tribunal de manera que ahora será suficiente en algunos casos que un juez, en lugar de tres, decida si la denuncia es investigada o no por el Tribunal.

Además, el ministro destacó la Declaración de Madrid que han suscrito todos los presentes en la que se destaca el 60 aniversario del Consejo de Europa y se aboga por una mayor conexión de la organización con la Unión Europea.