Bruselas ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento económico para la Unión Europea, y prevé que la economía de la UE-27 registrará un crecimiento cero en el segundo semestre y subirá un 0,1% en el cuarto, para crecer en el conjunto del año un 1,4%. En la zona euro el crecimiento estimado es del 1,3%.

En el caso de España, la Comisión apunta un crecimiento en el conjunto de 200 también de 1,4%, frente al 2,2% que estimaba en las previsiones de primavera, presentadas el pasado mes de abril.

Reino Unido también caería en recisión, al registrar crecimientos del -0,2 tanto en el tercer como en el cuarto trimestre del año. En el conjunto de 2008 la economía del país crecerá un 1,1%.

Al borde de la recesión se encontrará Alemania, donde la economía subirá un -0,2% entre julio y septiembre, aunque volverá a tasas positivas, con en 0,2%, en el último trimestre del año. Por su parte, las economías de Francia e Italia crecerán cero en el tercer trimestre y un 0,1% en el cuarto.

Respecto a la previsión de inflación, la Comisión prevé que la tasa cierre el año en el 4%, dos décimas más que lo estimado en primavera. Para la zona Euro, la previsión crece cinco décimas hasta el 3,6%, mientras que en el caso de la UE- 27, sube dos décimas hasta el 3,8%.

La Comisión Europea explica que los principales riesgos que se apuntaban en primavera se han materializado, lo que ha provocado una caída brusca de la demanda doméstica.

Los riesgos principales que identifica Bruselas son el alza de las materias primas (energía y alimentos), la confusión reinante en el sector financiero y el deterioro del sector inmobiliario.

Para el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, es necesario aprender de los errores del pasado y cambiar las previsiones hechas para Europa si se quiere seguir creando empleo.

Además, apostó por conservar los fondos públicos para no aumentar las cargas de las futuras generaciones que ya tendrán que enfrentarse al reto de una población envejecida.