En el año 2000, la dotación de capital de la economía española ascendía a 1,58 billones de euros, de los que el 80% procedía del capital privado (1,27 billones de euros) y el 20% del capital público (0,31 billones de euros).

El director del estudio, Francisco Pérez, explicó hoy en rueda de prensa que, "a pesar de que el capital privado es predominante en la composición de nuestra economía, hay que destacar el aumento que se ha do produciendo en la inversión pública". Mientras que en el año 64 sólo el 11% de la riqueza española era de capital público, en el 2000 llegó al 20%.

Asimismo, el estudio señala cómo las dotaciones de capital por trabajador en España son bastantes similares a las del resto de países desarrollados; sin embargo, las dotaciones de capital por habitante son menores, debido a que los niveles de ocupación y actividad en España son inferiores a los de otros países de nuestro entorno.

En este sentido, "or cada habitante tenemos una dotación de 39.500 euros y cada trabajador desarrolla su actividad equipado con más de 100.000 euros, cifras que indican que la economía española está fuertemente capitalizada", afirmó Francisco Pérez.

Por sectores, dentro del capital privado, hay que destacar la importancia del capital residencial, es decir, el capital invertido en inmuebles de uso residencial (vivendas, apartamentos, hoteles, etc), que representa el 50% del capital privado.

La segunda gran cuota de"stock" de capital privado corresponde al sector servicios, que representa el 30,3%, seguido de la industria y la agricultura (3,1%).

En la composición del capital público, destaca el peso de las infraestructuras de transporte, que representa el 38%. Por contra, el capital público social, destinado a sanidad y a educación, aunque tiende a ganar peso, registra un participación escasa del 14,2%.

Por regiones, el estudio refleja que las mayores tasas de crecimiento se han producido en los territorio situados en el litoral mediterráneo, en los archipiélagos, en Madrid y sus alrededores, y en Alava y La Rioja.

Francisco Pérez apuntó que al final de la década de los noventa las provincias con dotaciones de capital por habitante por encima de la media nacional se situaron en el cuadrante nororiental, mientras que las regiones más periféricas del centro-sur y oeste peninsular tuvieron una mayor dificultad para atraer a capitales privados.