El porcentaje del PIB dedicado a ayuda al desarrollo de los países más desfavorecidos fue ligeramente menor que la previsión inicial del Gobierno, situada en el 0,24%, y se sitúa lejos del 0,7 por ciento que recomienda Naciones Unidas.

Aunque en términos absoluts, España nunca dedicó una cantidad tan elevada a la AOD, en términos relativos es igual al porcentaje de 1995 y es inferior al de 1993, ajercicio en el que la AOD ascendió al 0,28 por ciento del PIB.

Sin embargo, Villalonga destacó que la ayuda al desarrollo mejoró cualitativamente respecto a años anteriores, ya que se redujo el peso de los créditos FAD (Fondos de Ayuda al Desarrollo) y de la ayuda reembolsable, y aumentó la que se dona "a fondo perdido". En concreto, la cuantía de los créditos reemblsables decreció casi un 20 por ciento respecto a 1996.

CCAA Y AYUNTAMIENTOS

Asimismo, el secretario de Estado se refirió a la aportación que realizaron las comunidades autónomas y los ayuntamientos a la ayuda al desarrollo, que ascendió el año pasado a casi 20.000 millones de pesetas, lo que supone un 11 por ciento del total.

Respecto al destino de la AOD, la mayor parte se destinó a proyectos de salud en países del Tercer Mundo o en vías de desarrollo, a programas de educación y a iniciativaspara facilitar la potabilización de agua.

Además, casi 14.000 millones se computaron como condonación de deuda externa de países africanos, la mayor parte (11.000 millones) con Madagascar y el resto con Marruecos, Egipto y Guinea Konakri.

No obstante, cerca del 50 por ciento del total de la AOD benefició a países iberoamericanos, el 30 por ciento al Africa subsahariana, el 14 por ciento a Africa del norte y Oriente Medio y el resto se repartió en otras zonas del planeta.