Desperdicio alimentario
España desperdicia 90 kilos de alimentos por habitante en un año
- Se situó en 2020 por encima en desperdicio en el sector primario y en el de fabricación de alimentos y bebidas

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En 2020, el primer año de la pandemia de covid-19, en España se desperdiciaron alrededor de 90 kilogramos de alimentos por habitante, 30 de los cuales los generaron los hogares.
Así lo desvela el primer estudio de seguimiento del desperdicio de alimentos en toda la UE publicado este martes por Eurostat y según el cual en la Unión se desperdiciaron alrededor de 127 kilogramos de alimentos por habitantes y los hogares generaron el 55% del desperdicio de alimentos, con 70 kilos por habitante, mientras el 45% restante eran residuos generados en la parte alta de la cadena de suministro de alimentos.
El desperdicio de alimentos en los hogares fue casi el doble del desperdicio de alimentos proveniente de los sectores de producción primaria y fabricación de productos alimenticios y bebidas, alcanzando los 14 y 23 kilos por habitante, lo que supone el 11% y 18%, respectivamente.
Por lo que respecta al caso de España, dichos indicadores se sitúan ligeramente por encima, en los 18 kilos en el caso de los sectores de producción primaria y en 30 kilos por habitantes en el sector de fabricación de productos alimenticios y bebidas.
Los restaurantes y servicios de alimentación generaron 12 kilos de desperdicio de alimentos por persona en el continente (9%), mientras que el comercio minorista y de distribución de alimentos fue el sector con la menor cantidad de desperdicio de alimentos, con solo nueve kilos (7%).
En el caso de España, ambos totales se situaron en cuatro kilos de desperdicio de alimentos por persona en restaurantes y servicios de alimentación y en el comercio minorista y de distribución de alimentos fueron siete.
En términos generales, aunque su definición de desperdicio como término de referencia difiere, Chipre se situó a la cabeza el año de inicio de la pandemia, con un total de 397 kilos de desperdicio alimentario por habitante. En el extremo opuesto estaba Eslovenia, con 68 kilos de alimentos por habitante y por debajo de la media europea en todos los indicadores salvo en restaurantes y servicios, donde la cantidad se elevó a 20 kilos por comensal.
Por lo que respecta al desperdicio alimentario en los hogares, lideraron el ranking Portugal, con 124 kilos e Italia, con 107.
Según el estudio, el aumento de los precios y las “preocupaciones” sobre nuestra huella ambiental “nos hacen conscientes de utilizar los recursos que tenemos de manera eficiente, minimizando el desperdicio” y una “forma sencilla” de lograrlo sería “crear conciencia sobre la cantidad anual de desperdicio de alimentos que producimos”, teniendo en cuenta su “alto impacto ambiental y climático” como fuente adicional de emisiones de gases de efecto invernadero.
(SERVIMEDIA)
25 Oct 2022
MJR/gja/jfl