En un comunicado suscrito por los jefes de las Cancillerías de España, Francia, Italia, Alemania, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Grecia, Irlanda, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Noruega y Suecia, se expresa una “profunda preocupación por la decisión del Alto Consejo de Planificación de Israel de autorizar planes para la construcción de más de 4.000 nuevas viviendas en Cisjordania”, y urge a las autoridades israelíes a que reviertan esta decisión.

Las nuevas viviendas, recoge el texto, “constituirían un obstáculo adicional a la solución de los dos Estados”, y añade que “los asentamientos israelíes constituyen una clara violación del Derecho Internacional y obstaculizan una paz justa, duradera y global entre israelíes y palestinos”.

La citada decisión, reza el comunicado “amenaza directamente la viabilidad de un futuro Estado palestino”, al igual que lo amenazan “las demoliciones y desahucios que afectan a la población palestina en Jerusalén Este y en el Área C”. A este respecto, añade la nota, los ministros de Exteriores urgen a las autoridades israelíes a no proceder con ninguna de las demoliciones o desahucios planificados, “especialmente en Masafer Yatta”.