A través de un comunicado de la Dirección General de Comunicación Exterior, el Ejecutivo dice que "el lanzamiento, sea cual sea su naturaleza, vulnera la Resolución 1718 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y constituye una provocación que debilita gravemente el entorno de seguridad regional contradiciendo la expresada voluntad del Gobierno de la República Popular y Democrática de Corea de encontrar soluciones a través del diálogo".

Las críticas españolas van en la línea de las manifestadas este domingo por la OTAN, la Unión Europea y el presidente de Estados Unidos, entre otros.

Por ello, España pide el "cese inmediato" de ese tipo de acciones y la "suspensión de toda actividad relacionada con su programa de misiles balísticos".

Asímismo, le insta "a que retorne a las negociaciones abiertas para la solución de la cuestión nuclear en el marco de las Conversaciones a Seis".

Por último, desde el Ejecutivo se informa que España "se mantiene en estrecho contacto con sus socios de la Unión Europea y con sus aliados de la Alianza Atlántica para estudiar las medidas que sean aplicables a este caso".