Así, la inflación española cerró el año pasado con una tasa de crecimiento del 1,4%, frente al 0,8% de media de la zona euro. La media comunitaria quedó fijada en el 1%.

En la zona euro, las inflaciones más bajas fueron las de Francia (0,3%) y Alemania y Luxemburgo (0,4% en ambos casos), mientras que las más altas correspondieron a Portugal (2,8%) e Irlanda (2,2%). En cuanto al resto de los países comunitarios, hay que destacar los casos de Suecia (0%) y Grecia (3,7%). Los precios más inflacionistas en la zona euro fueron la medicina (3,5% de aumento) y la enseñanza (3%), mientras que los más moderados fueron los de los transportes y las comunicaciones, que bajaron un 0,3% en ambos casos.

En cuanto a la media comunitaria, destacan las subidas del 3,4% de las bebidas alcohólicas, el tabaco y la medicina, así como las bajadas del 0,6% y del 0,2% de las comunicaciones y los transportes, respectivamente.