El comunicado de la OID expresa su enérgica protesta por esos hechos que, a su juicio, "están provocando un serio deterioro en el clima de las relaciones hispano-ecuatoguineanas y cuya responsabilidad incumbe enteramente a la parte acuatoguineana".

Añade que durante las últimas semanas el Gobierno español ha constatado con preocupación la multipicación "de incidentes, gestos y declaraciones hostiles de diferentes órganos de gobierno y la Administración de Guinea Ecuatorial contra España, la Embajada española en Malabo y los españoles residentes en Guinea Ecuatorial".

Por ello, confía en que el Ejecutivo de Guinea "cumpla con su obligación de velar por la seguridad e integridad de las misiones diplomática y consular de España y sus miembros, así como de los residentes españoles en Guinea Ecuatorial".

La gota que ha colmado el vaso del deerioro de las relaciones hispano-ecuatoguineanas han sido las declaraciones del viceprimer ministro de Guinea, Miguel Oyono, al culpar a España de incitar a la población de la isla de Annobón a rebelarse contra el régimen de Obiang.

El pasado fin de semana, según publica el diario "El País", tropas enviadas por Obiang causaron una sangrienta represión en la citada isla, a dónde llegaron 200 militares para acabar con los disturbios desencadenados por la población a raíz de la muerte de dos civiles a maos de militares no anobonenses.