Los acuerdos suponen la participación de España en tres fondos fiduciarios que están dotados con 5 millones de euros cada uno y que elevan a más de 27 millones de euros la aportación global de España a Unicef en 2006.

El primero de ellos, el fondo fiduciario de educación básica e igualdad entre los géneros, centra sus actividades en la construcción de internados para niñas; la facilitación de materiales de educación para las familias que escolaricen a sus niñas; formación del personal docente; creación de escuelas, y campañas de concienciación en determinados países para facilitar la escolarización de las niñas.

El segundo fondo, el fondo fiduciario de protección de la infancia contra la violencia, la explotación y el abuso, trabaja principalmente en el desarrollo de investigaciones y de indicadores para conocer el nivel de protección de los derechos de los niños en los países asociados; en la atención a los niños sin protección, y en las acciones para eliminar el tráfico de niños, su explotación, el trabajo infantil y la presencia de niños en conflictos armados.

Por último está el fondo fiduciario para promoción de políticas y alianzas a favor de los derechos de la infancia. Su objetivo es poner a la infancia y a la reducción de la pobreza en el centro de las agendas políticas y económicas de los países en desarrollo.

INVERTIR EN INFANCIA

Con estos tres fondos, la aportación global española a Unicef asciende a más de 27 millones de euros, seis veces más que en 2005. A esa cantidad se unen, además, más de siete millones de euros que España ha comprometido para proyectos de ayuda humanitaria y de emergencia en el primer semestre de 2006.

Tras la firma de los acuerdos, Pajín destacó la apuesta del Gobierno español por la Agencia de Naciones Unidas para la Infancia. "Lo que hoy hacemos es pasar de la palabras a los hechos", aseveró.

"Invertir en infancia", añadió, "es una obligación ética de todos los gobiernos que redunda en unas mayores cotas de bienestar y equidad social".

Por su parte, Rima Salah, mostró su satisfacción por la colaboración del Gobierno español. "España nos está ayudando a proteger a los niños en todo el mundo", recalcó.

Además, advirtió que los Objetivos del Milenio "nunca serán alcanzados" si no se llega a cada niño y a cada mujer. Por último, aseguró que el dinero aportado se empleará con la mayor eficacia para llegar a todos los niños en todo el mundo y conseguir un cambio de comportamiento que lleve a un mundo mejor.