ESPAÑA APORTA 50.000 PESETAS ANUALES POR FAMILIA EN AYUDAS AL DESARROLLO DE LOS PAISES MAS NECESITADOS
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El esfuerzo público en cooperación al desarrollo de los países más necesitados que realiza España se eleva a 50.000 pesetas anuales por familia española, según los datos que aporta Fernando Mier, economista del Estado, en un artículo que publica la revista del Ministerio de Economía "Información Comercial Española".
Aunque la cifra ue se computa como Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) daría una media por familia menor, ya que en 1995 se situó en torno a los 173.000 millones de pesetas, el autor indica que la contribución pública es mucho mayor si se tienen en cuenta todas las aportaciones que revierten favorablemente en países en desarrollo.
Si a la AOD se suman otro tipo de estimaciones, como el apoyo a las inversiones en países en desarrollo, las suscripciones de instituciones multilaterales realizadas por el Banco de España paa su cartera o la subvención presupuestaria para impagos a estos países por vía del seguro de crédito, se llegaría al entorno del medio billón de pesetas como contribución pública total.
Además, hay que tener en cuenta que, al contrario de lo que ocurre en España, en otros países donantes las contribuciones principales al desarrollo suelen proceder de fuentes privadas más que de las públicas.
En cualquier caso, el economista señala que la lectura de los datos oficiales tampoco es tan negativa com puede aparentar cuando se comparan con otros países.
A pesar de llevar como país desarrollado bastantes décadas menos que los países más ricos del planeta, España es en la actualidad el octavo donante absoluto a los países del este de Europa, el décimo o decimoprimero a todo el mundo en desarrollo, el primero en velocidad de crecimiento de ayuda desde hace diez años y el decimosexto en cuanto al porcentaje de AOD respecto al producto nacional bruto (0,27 por cien).
MEJORAR LA COOPERACION
Tras xponer estos datos, el autor concluye que si se tiene en cuenta que los países que aventajan a España doblan la renta per cápita, las diferencias no resultan tan abultadas como pudiera aparentar en una lectura preliminar de los datos.
Sin embargo, considera que es necesario mejorar la cooperación española con los países en desarrollo. En este sentido, propone realizar un seguimiento de los proyectos y los resultaos obtenidos.
Asimismo, destaca la necesidad de promover en el receptor de las ayudasun sentido de la propiedad del proyecto y de que la responsabilidad principal del mismo debe recaer en la agencia ejecutora y en la entidad a la que quedará adscrito en el futuro.
Además, el artículo apunta la importancia de adecuar la cooperación a las prioridades de la política exterior del donante, ya que si el programa no presenta ningún tipo de beneficio para él, su interés en el proyecto puede decaer.
Respecto a la evolución que debe marcar el incremento de las ayudas, afirma que la velocidd de gasto deberá adecuarse a la capacidad gestora, para evitar percances que puedan volverse en contra, e incluso revertir el proceso.
(SERVIMEDIA)
07 Sep 1996
GJA