Según los responsables del estudio, "la fortaleza de España se refleja en unas excelentes tasas de escolaridad en todos los niveles educativos, unos buenos indicadores de sanidad pública, buenas infraestructuras y un entorno macroeconómico estable".

Sin embargo, el informe señala como obstáculos para la mejora de la competitividad la "falta de flexibilidad y eficacia del mercado laboral, así como las distorsiones existentes en su mercado de bienes".

Además, se señala que se podría hacer más para reducir la burocracia e impulsar la calidad de la educación superior, incluida la investigación científica e innovación tecnológica.

Para Augusto López-Claros, economista jefe y director del "Global Competitiveness Network" del World Economic Forum, las posibilidades de España para alcanzar los niveles de competitividad de los líderes europeos dependerá de manera crucial "de su capacidad en los próximos años para flexibilizar su mercado laboral", con el fin de conseguir una disminución de las tasas de desempleo, y "reducir las distorsiones en sus mercados de bienes, así como en la mejora de la calidad de la educación secundaria y terciaria".

Según el informe, Suiza, Finlandia y Suecia son las economías más competitivas del mundo. Dinamarca, Singapur, Estados Unidos, Japón, Alemania, Holanda y el Reino Unido completan la lista de los 10 primeros, pero Estados Unidos muestra el retroceso más pronunciado, descendiendo del primer al sexto puesto.

Los ránkings se elaboran combinando datos públicos objetivos y los resultados de la encuesta entre líderes empresariales (Executive Opinion Survey), una encuesta exhaustiva anual realizada por el World Economic Forum junto con su red de institutos asociados (reconocidas firmas de investigación y organizaciones empresariales) en los países objeto de cobertura.