El estudio, titulado "Jóvenes y sexo. El estereotipo que obliga y el rito que identifica", subraya la inclinación mayoritaria de los adolescentes por un sexo ocasional y sin compromiso y la preferencia, tanto en el caso de los chicos como de las chicas, por los espacios de ocio para la búsqueda y materialización de esta práctica.

Según los expertos, las tendencias sexuales de este sector de la población aumentan las posibilidades de conductas de riesgo, como embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual o violencia de género.

Además, la investigación revela que se han banalizado los riesgos de las relaciones sexuales. La mayoría de los jóvenes afirman que estos peligros "están ahí", pero que "no son para tanto".

Así, la percepción que tienen los adolescentes de ambos sexos sobre enfermedades como el sida dista mucho de ser, según el informe, la que debería corresponder con los niveles de información que reciben. Tanto para ellas como para ellos, el sida resulta "una amenaza en cierta forma superada y que no despierta los fantasmas del pasado".

DROGAS

Por otro lado, la investigación destaca que en los espacios de ocio las drogas tienen una presencia constante y creciente, lo que además incrementa las posibilidades de conductas de riesgo.

En este sentido, el director general de la FAD, Ignacio Calderón, auguró "un aumento del consumo de estupefacientes en el mundo joven a corto o medio plazo".

El representante de FAD insistió en la importancia de este tipo de encuestas para provocar la reflexión de la sociedad adulta, principal causante, según dijo, de las conductas irresponsables de los más jóvenes.

La investigación persigue conocer los estilos de vida de este grupo social, así como su escala de valores, para poder desarrollar las estrategias de prevención de los consumos de drogas y otras conductas de riesgo social de la manera más eficaz posible.

RELACIONES SEXUALES

El informe señala, además, el "asombroso" peso que el estereotipo tradicional sigue ejerciendo en los adolescentes españoles a la hora de enfrentar las cuestiones relativas al sexo.

Según los expertos, los varones suelen esperar de la relación sexual sólo la posibilidad de ponerla en marcha, mientras que las mujeres confían en encontrar una complicidad emocional y un entendimiento por parte del sexo contrario.

Estas actitudes están además directamente relacionadas con sus miedos. Mientras ellos temen "no dar la talla" en las relaciones sexuales, ellas tienen miedo fundamentalmente a no resultar "suficientemente atractivas" o ser "rechazadas".

El momento de la iniciación sexual se presenta como algo absolutamente significativo tanto para los chicos como para las chicas, aunque con matices. Para los varones, supone la demostración de que "han cumplido", por lo que "ya no hay que demostrar". Sin embargo, para las mujeres, la "primera vez" supone la culminación de un proceso más complejo pero, en cualquier caso, la eliminación del riesgo a la estigmatización por la pérdida de la virginidad.

El informe insiste en la influencia decisiva del grupo de amigos en cuestiones de sexo, en el caso de los chicos como ámbito de "ostentación del deseo" y en el de las chicas, "de aprobación".

El estudio fue realizado a través de ocho grupos de discusión compuestos por adolescentes de 16 a 19 años y 43 entrevistas personales a chicos y chicas de distintos niveles socioeconómicos de ámbitos tanto rural como urbano.