El pasado mes de julio, Salmerón reclamó la necesidad de contar con un profesor que leyera los textos, ya que ella es capaz de leer los labios pero no puede oír las grabaciones. Dicha solicitud fue denegada por la administración educativa de la Comunidad de Madrid alegando que la estudiante "no cumplía los requisitos establecidos en el currículo", como explicaba Salmerón.

Ante esta situación, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) denunció un posible caso de trato desigual al denegar la petición. Ahora, la Oficina Permanente Especializada del Consejo Nacional de la Discapacidad le ha dado la razón y Salmerón ha realizado ya la prueba de nivel y se ha matriculado sin problemas para el siguiente curso.

Salmerón está satisfecha por el desarrollo del examen y con el trato recibido por la administración. "Lo más importante de este caso es que marca un precedente y muestra que han comprendido que la adaptación de una prueba así es algo necesario para conseguir la igualdad de oportunidades", según palabras del asesor jurídico del CERMI, Óscar Moral.

La Ley Orgánica de Educación y la propia normativa de la Comunidad de Madrid en materia de certificación de idiomas disponen que la adaptación de las pruebas comprende también las necesarias para compensar las desventajas de las personas con discapacidad con algún grado de hipoacusia.