ESCUCHAS. SERRA REITERA EN EL CONGRESO QUE EL GOBIERNO NO ORDENO ESPIAR LAS CONVERSACIONES TELEFONICAS DE LOS CIUDADANOS

- Arremete contra la oposición y le pide que haga compatible sus críticas al Ejecutivo con la estabilidad institucional

- Elogia la labor de Manglano a frente del CESID y advierte que el material sustraído pone en riesgo la seguridad del Estado

- Los diputados populares pidieron a gritos la dimisión de Serra

MADRID
SERVIMEDIA

El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, aseguró hoy en el pleno del Congreso que el Ejecutivo no ha ordenado espiar las conversaciones telefónicas privadas de ningún ciudadano español, ni tuvo nunca la menor voluntad de hacerlo, y subrayó que tampoco "ha utilizado nunca contra ciudadano alguno informaciónobtenida irregularmente por cualquier medio".

Serra afirmó igualmente que el Centro Superior de la Defensa (CESID) no ha organizado ninguna operación de espionaje a políticos, empresarios y periodistas, al tiempo que insistió en que los servicios secretos españoles no han pretendido "en ningún momento" intervenir en conversaciones telefónicas de ninguna de esas personas.

El "número dos" del Ejecutivo quiso dejar claro que no alberga dudas sobre los procedimientos utilizados por el CESID en sus miiones de control del espacio radioeléctrico y dedicó elogios al trabajo realizado por el teniente general Emilio Alonso Manglano durante el tiempo que ha permanecido al frente de los servicios secretos.

Serra hizo estas consideraciones en un áspero y bronco debate celebrado en el Congreso, que fue solicitado por el Gobierno para dar explicaciones sobre el escándalo de las escuchas telefónicas ilegales realizadas por el CESID.

Durante casi hora y media, el vicepresidente del Gobierno explicó los mcanismos de funcionamiento del CESID y dio su versión de lo que ocurrió con el asunto de las escuchas telefónicas, en medio de una polémica sesión que estuvo plagada de gritos de protesta y descalificaciones procedentes de los escaños populares.

"DIMISION, DIMISION"

Los diputados del PP interrumpieron en numerosas ocasiones el discurso de Serra con pateos y abucheos continuos, y profirieron gritos de "dimisión, dimisión" y "fuera, fuera", una vez que el vicepresidente terminó su exposición.

El residente de la Cámara Baja, Félix Pons, llamó al orden a algunos parlamentarios populares e incluso llegó a advertir que estaba dispuesto a suspender la sesión si continuaban las protestas "anónimas" procedentes de los bancos del primer partido de la oposición, que, a su juicio, estaban perturbando en exceso el normal desarrollo de la sesión.

Serra, que en varias ocasiones apeló a la cortesía parlamentaria de los diputados del PP, a quienes dijo que no le iban a impedir ejercer su derecho a explicars, mostró un tono sereno, alejado del nerviosismo que mostró la semana pasada, tras la reunión de la Comisión de Secretos Oficiales.

En su discurso, Serra expresó su convencimiento de que está siendo objeto de un intento de desprestigio de su persona y de "tener la conciencia de ser el destinatario circunstancial de ese intento".

En este sentido, aseguró igualmente que tiene la conciencia de "no ser más que el destinatario circunstancial de ese intento. Me preocupa extraordinariamente que el destiatario último no sea siquiera el propio Gobierno, sino el funcionamiento noraml, reglado y respetuoso de las instituciones democráticas. Estoy dispuesto a contribuir con mi esfuerzo a que esos otros fines no prosperen".

ESTABILIDAD INSTITUCIONAL

Igualmente, pidió a las fuerzas políticas que, al margen de las críticas que hagan al Gobierno, y de la petición de responsabilidades que realicen hagan compatible esa actuación con "la defensa más firme de la estabilidad de nuestras instituciones", palabrasque motivaron una escandalosa protesta de los escaños del PP.

Serra subrayó que "debilitar al CESID es debilitar la seguridad del Estado" y dijo que imputar a esta institución la actuación irregular de uno o algunos de sus miembros "es faltar a la verdad y es una injusticia, y debilita gravemente uno de los servicios más importantes para garantizar la seguridad del Estado".

Respecto a las escuchas al Rey, explicó que es "absolutamente falso" que el CESID haya espiado al monarca, aunque admitió qu en una ocasión sí se detectó una conversación, aunque los responsables de los servicios secretos se apresuraron a ponerlo en su conocimiento.

Igualmente, negó que el CESID conserve miles de grabaciones en una denominada "cintateca" y advirtió que la sustracción de documentos clasificados y su posterior puesta a disposición de determinadas personas y las posibles filtraciones puede poner en peligro la seguridad del Estado.

Serra recordó ante los diputados las medidas tomadas por el Gobierno para epurar responsabilidades por este asunto y citó entre ellas la puesta a disposición de la justicia militar del anterior jefe del Departamento de Medios Operativos del CESID, el coronel Perote.

Añadió que la "acción delictiva de difusión de información clasificada ha podido ser instada por terceras personas con finalidad que sólo ellas conocen en detalle, pero que, con toda seguridad, persiguen su instrumentalización política y también su utilización eventual en operaciones de extorsión o de alteraciónde normales relaciones económicas, empresariales, políticas o jurídicas".

(SERVIMEDIA)
21 Jun 1995
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