"Parte de la situación que ustedes están viviendo", aseguró ante el pleno del Congreso, "es responsabilidad suya por no haber cortado amarras de cuajo en algunos estamentos que estaban ocupados por gentes del pasado y con el que ustedes fueron demasiado condescendientes. Ahora ellos se cobran su venganza. Ustedes han tendio 13 años para haberles puesto en su sitio. La voluntad poular les dio ese encargo y ahí está a nuestro juicio su verdadera responsabilidad política".

Anasagasti no reclamó la dimisión de ningún miembro del Gobierno ni exigió más explicaciones de las dadas por el vicepresidente, pero insistió en la necesidad de abordar una reforma del funcionamiento de los servicios secretos que implique la exclusión de todos los elementos heredados del pasado y la desvinculación de los servicios de inteligencia del ministerio de Defensa.

En su opinión, el descubrimient de este escándalo revela la existencia de "demasiados cuartos oscuros" creados por "los vicios de actuación de un pasado que contamina todo".

Reclamó mayor protagonismo del Congreso en el control de unos servicios de información desmilitarizados y un "nuevo impulso para el Gobierno si quiere afrontarse la presidencia europea con dignidad".

El portavoz del Grupo Vasco calificó la situación creada por el descubrimiento de las escuchas del CESID como "muy grave" y vaticinó la aparción en un próximofuturo de informaciones procedentes de este servicio sobre la lucha antiterrorista y sobre los políticos vascos que han sido objetivos principales de éste organismo.