Santaella explicó que la declaración se aplazó debido a que la magistrada estuvo practicando una serie de diligencias a lo largo de la mañana, cuyo contenido no pudo precisar debido al secreto de las actuaciones.

Así, no ha podido ser confirmado por el momento si ha prestado declaración como imputado ante la magistrada el responsable en funciones del CESID, el general Emilio Alonso Manglano, que está previsto qu comparezca ante la jueza antes de que ésta decida si le impone la fianza de un millón de pesetas que solicitó para él la Fiscalía de Madrid.

A la salida de los juzgados, Santaella expresó su "satisfacción" por que el juzgado número 43 y el decanato de los juzgados de Madrid "están respetando escrupulosamente el régimen establecido en la Ley Procesal Militar para la permanencia de militares detenidos en establecimientos no militares".

Explicó que el artículo 210 de dicha ley prevé, entre otras coas, que los militares detenidos deberán estar separados del resto de las personas arrestadas, cuando se encuentre en establecmimientos no militares, por lo que Perote permanecerá en un calabozo de los juzgados aislado del resto de los detenidos hasta que preste declaración esta tarde.

Asimismo, Santaella expresó su "agradecimiento por la sensibilidad mostrada por el decanato de los juzgados de Plaza de Castilla al haberse adoptado un conjunto de medidas que han impedido que puedan repetirse espectáculs que en su día algunos calificamos de bochornosos", en alusión a los incidentes con los medios de comunicación registrados el día que declaró la esposa de Luis Roldán.

Estas medidas consistieron en expulsar del interior del edificio de los juzgados a los medios de comunicación, de manera que no podían acceder al juzgado donde debía prestar declaración Perote, lo que causó gran malestar entre los informadores, que denunciaron los hechos ante el decanato. Por su parte, la decana, Manuela Carmena, explió que estas medidas fueron adoptadas a petición de la jueza Coronado.

El único incidente ocurrido esta mañana con motivo de la declaración de Perote fue el intento de robo de la cartera de su abogado, cuando abandonaba los juzgados rodeado por los periodistas, por parte de una joven de raza gitana que aprovechó que el letrado era rodeado por los informadores para meter la mano en los bolsillos de Santaella.