Ingreso Mínimo

Escrivá defiende las 'exigencias a priori' del IMV, pues “muchísima gente lo pidió sin necesitarlo”

- "Se ha puesto de moda opinar con poco conocimiento", lamenta

MADRID
SERVIMEDIA

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, defendió este lunes el diseño del Ingreso Mínimo Vital (IMV) con sus requisitos actuales, y aseguró que “muchísima gente” pidió esta ayuda “sin necesitarla”.

En la inauguración de unas jornadas sobre los sistemas de rentas mínimas en la UE organizadas por la Red Europea de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social en España (EAPN-ES) en Madrid, Escrivá subrayó que la desigualdad no depende solo de la renta, sino también del patrimonio. Por ello, ambas magnitudes han de tenerse en cuenta a la hora de conceder dicha prestación, porque “la desigualdad es renta y riqueza”, destacó Escrivá.

El IMV se ha concedido ya a más de 525.000 hogares, detalló, pero “recibimos más de dos millones de peticiones”, algunas de unidades familiares “con patrimonios muy altos”. “La percepción individual de pobreza es subjetiva”, y destacó que “mucha gente lo pidió sin necesitarlo”.

De ahí la conveniencia de verificar a priori estas exigencias por parte de funcionarios de la Seguridad Social. “Es verdad que ello aumenta los trámites burocráticos”, admitió, pero “garantiza mayor estabilidad a medio plazo”.

OPINAR SIN CONOCIMIENTO

Escrivá explicó que, cuando “al principio de la pandemia debatíamos" sobre el diseño concreto del IMV, "recibimos muchas presiones y peticiones para que bastase con una declaración responsable”. “Si hubiésemos aceptado, tendríamos que haber comprobado a posteriori que las solicitudes cumplían las exigencias”, explicó.

“Imaginen el lío que sería tener que pedir el rembolso de esta ayuda a millón y medio de hogares”. A su juicio, “se ha puesto de moda opinar del IMV”. “hay mucha gente opinando, bien, mal o regular”, criticó, y a veces, “con un conocimiento muy somero”.

COLABORACIÓN

Según el ministro, el IMV llega ya a muchas más personas que los sistemas de rentas mínimas autonómicas en la mayoría de las regiones, pese a que estos últimos llevaban décadas en funcionamiento.

Apuntó que cuando se planteó su puesta en marcha, hubo un acuerdo general en que el IMV sería “un mínimo a nivel estatal”, que después cada comunidad “suplementaría con su renta mínima”. La realidad es que, dos años después, nos encontramos con actitudes muy dispares”, recalcó.

Algunas comunidades “efectivamente están adaptando su sistema de rentas para completar el IMV”, explicó, “mejorando las cuantías, incluyendo a otros colectivos, etc.”. “Hay un segundo grupo que parece plantear su prestación propia en competencia con el IMV” y, por tanto, no trabaja para que se complementen, señaló. Por último, otras autonomías “han decidido ahorrarse los recursos que antes dedicaban a estas ayudas para los más vulnerables”, lamentó Escrivá.

En su opinión, la normativa “más flexible” a nivel autonómico haría factible que estas administraciones relajasen requisitos y atendiesen, por ejemplo, a las situaciones de pobreza sobrevenida y a personas en situación irregular, pues “les puede resultar más fácil”. “Lamentablemente, no todas lo hacen”, afirmó.

BRECHA DE COBERTURA

El problema opuesto a aquellas personas que solicitan esta prestación a la que no tienen derecho es el fenómeno conocido como 'non take-up', que se refiere a aquellas personas que no solicitan las prestaciones sociales cuando sí cumplen los requisitos.

Según Escrivá, el nivel de cobertura actual del IMV “no es malo”, y ha alcanzado a colectivos prioritarios como la infancia y los hogares monoparentales.

Del millón y medio de personas que se benefician de la prestación, el 40% son menores, cuyas familias reciben además un complemento de ayuda a la infancia. Dos tercios de los destinatarios son mujeres, y uno de cada cuatro hogares tienen solo un adulto a cargo.

Escrivá recalcó que tras dos años y medio de funcionamiento del IMV, “hemos cubierto más de 525.000 familias, de un potencial móvil de 800 hogares”. “Son niveles de cobertura razonables, pero claramente insuficientes”, consideró. Por este motivo, el Ministerio puso en marcha varias iniciativas, como el envío de unos 100.000 mensajes vía móvil a usuarios potenciales o el autobús informativo del IMV.

A nivel nacional, Inclusión y la EAPN-ES lanzaron el proyecto 'Ingreso Mínimo – Non Take Up', dirigido a identificar las barreras que disuaden a las personas de solicitar el IMV y a animarles a hacerlo.

EL PROYECTO

La iniciativa consta de cuatro objetivos que se ejecutan de manera consecutiva. El primero consiste en la movilización de potenciales beneficiarios, a fin de ampliar la cobertura efectiva del IMV y comprobar los resultados obtenidos mediante un proceso de distribución aleatorio. Para ello se identificaron unos 400 nodos o áreas geográficas donde residen potenciales beneficiarios del IMV. En cada nodo se localizaron alrededor de 30 personas en situación de riesgo de exclusión, a las que se efectuó una encuesta. En total, habrá 400 nodos y 12.000 personas encuestadas. De los 400 nodos, 200 se asignaron aleatoriamente para el grupo tratamiento (GT) y 200 en el grupo de control (GC), con 6.000 registros encuestados en cada grupo, respectivamente.

En los primeros, se desarrollará una campaña localizada sobre IMV, que facilitará información sobre la prestación e invitará a solicitarla, a través de teléfonos de contacto, WhatsApp, 'microsite' y espacios de atención presencial.

En estos nodos se establecen los equipos de campo locales (ECL), distribuidos en todas las comunidades autónomas, que realizarán el proceso de acompañamiento ('outreach'), atendiendo a personas con perfil de 'non take-up' que soliciten ayuda motivados por la campaña, así como a otros usuarios similares que acudan espontáneamente a recoger bienes o recibir servicios de centros de asistencia y sean reclutados por los ECL. En los nodos del GC no se realizará ninguna acción informativa.

Al finalizar el proceso 'outreach', se administrará la encuesta final a las personas que recibieron la encuesta de base, para conocer su situación actual y otras cuestiones relativas a información relacionada con IMV. Al terminar esta etapa, se compararán los resultados del GT y del GC. Se considerará que las actuaciones habrán tenido éxito si se ha generado una reducción significativa del 'non take-up'.

Se espera conseguir hasta un 10% de aumento en el número de solicitantes nuevos del IMV como resultado del proyecto. El tercer objetivo, investigación sobre las causas y consecuencias del 'non take-up', está apoyado por el comité académico, que podrá orientar el análisis estadístico multivariante de las encuestas realizadas en las fases anteriores.

El propósito final será la elaboración de recomendaciones sobre políticas para combatir esta brecha, basadas en la evidencia. Al concluir el proyecto, se podrá realizar una acción orientada a movilizar a las personas que siguen sin pedir el IMV, para ampliar su cobertura efectiva.

(SERVIMEDIA)
23 Ene 2023
AGQ/clc