En un encuentro con el Consejo General de Economistas, el ministro reconoció que esperaban que el empleo se ralentizara porque “no era sostenible este crecimiento” y alegó que “puede ser un tema de decalaje y reajuste temporal de decisiones”.

Apuntó a "las incertidumbres y de las perturbaciones que afectan, sobre todo a los mercados de materias primas y de alimentos a nivel internacional" producidas por "los efectos de la guerra".

Señaló que el empleo de las administraciones públicas y en educación es el que está registrando una "ralentización más grande o comportamiento menos dinámico" respecto a lo que es habitual en estas fechas, por lo que hay que "ver que ocurre ahí".

No obstante, explicó que los datos del primer semestre de la Encuesta de Población Activa (EPA), una vez que hoy se conocieron los del segundo trimestre, son “sorprendentemente buenos” comparándolos con el periodo de entre 2016 a 2019 y “ponen de manifiesto el buen funcionamiento del mercado de trabajo español después de la reforma laboral”.

Escrivá afirmó que las decisiones empresariales están detrás de la creación de empleo y “lo vemos en los datos de inversión del PIB”.