"El sistema se mueve por beneficios económicos, y a cuanto menor plazo mejor" añade. Verdú explica que, por ejemplo, la acción que se tendría que llevar a cabo en el tercer mundo no sabrían qué ventajas les iba a dar. "Además, ¿quién administra eso?, los caciques. ¿Cuánto tiempo tardarían en reciclar esa inversión para convertirse en consumidores al estilo occidental?", inquiere.

En uno de sus libros, "El estilo del mundo", expone que el capitalismo está más interesado en crear segundas realidades que en crear un mundo mejor. En este sentido, Vicente Verdú recuerda que "la generación de los setenta hicimos la última intentona de hacer algo en torno a la organización social, aquello fracasó y después el capitalismo se ha ido imponiendo en todas partes y se ha confundido con la naturaleza".

Este doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de la Sorbona y miembro de la Fundación Nieman de la Universidad de Harvard, en una entrevista publicada en la revista de información social "Quince Días" de Caja Madrid, defiende que "el tercer mundo puede ser este tercer mundo de miseria, o puede ser un tercer mundo con un nivel de vida más digno, en el que las personas no mueran por la falta de agua potable o porque no tienen medicinas."

"Lo que es verdad es que Occidente no necesita tener a gente harapienta fabricando zapatillas de Nike" añade.

UN CAMBIO A MEJOR

Pese a todo, Vicente Verdú afirma que "esto está dando la vuelta. Aquí en España todavía podemos pensar que el año que viene seremos más maquiavélicos. Pero los países más desarrollados se han convencido de que jugar sólo al beneficio propio no da mejores resultados". Para demostrar que ese cambio positivo es posible, está escribiendo un libro, "Manifiesto Personal".

"Lo cierto es que la felicidad no se obtiene si no es compartida con los demás. Igual que la fatalidad no se puede soportar si la tiene que soportar uno solo. Creo que la gente ha descubierto que su relación con los demás y la comunicación es importante para obtener una satisfacción", concluye.