García Calvo explica en el anuncio que "habiendo caído sobre él la Inspección de Hacienda con un castigo para el que no tiene fondos, y perturbándole esta plaga seriamente en la producción de obras para el público, y aún sabiendo que los que disfrutan y agradecen esas obras son gente, por lo cmún, poco pudiente, por si hay algunos entre ellos que puedan ayudarles, se ve obligado a pedirles esa ayuda, que podrán ofrecer escribiendo a: Rúa de los Notarios, 8, 49001 Zamora".

García Calvo, que siempre se ha destacado por sus ideas anarquistas, ha declarado que sabe que sus lectores no son gente adinerada, pero su intención al publicar el anunció es "por si hay algún potentado entre ellos que quiera ayudarle".

Según ha manifestado, la Inspección de Hacienda, que él denomina "la máquina", s ha acordado de él al cabo de los años por la atención que le ha merecido la restauración que el escritor acometió de un caserón familiar que posee en Zamora, y que fue rehabilitado "trabajosamente y con un costo enorme".

La Inspección de Hacienda entiende que la posesión de éste caserón ha supuesto "un aumento de mi patrimonio y ha decidido castigarme", señaló el escritor, quién afirma que "toda la vida he estado viviendo al día", con los únicos ingresos que le han procurado la publicación de sus libos.