ESCAMEZ Y AMUSATEGUI QUIEREN QUE HACIENDA CONDONE 93.000 MILLONES EN IMPUESTOS POR LA FUSION DEL BCHA

MADRID
SERVIMEDIA

Los presidentes del Banco Central, Alfonso Escámez, y el Hispano Americano, José María Amusátegui, esperan obtener unas exenciones fiscales de 93.000 millones de pesetas por la fusión de ambas entiddes, que mañana será aprobada en sus respectivas Juntas de Accionistas.

La fusión se realizará con un cambio de cinco acciones del Banco Central por cada seis del Hispano Americano, y los empleados recibirán una paga extraordinaria en títulos por un valor equivalente a una mensualidad de su salario.

Amusátegui, que asumirá la presidencia del nuevo Banco Central Hispano Americano (BCHA) en solitario a partir de 31 de diciembre de 1992, explicó que esa paga quieren premiar la actitud de colaboració manifestada por la plantilla.

Señaló que en los próximos días se firmará un acuerdo con los sindicatos en el que se establece el principio de que las inevitables reducciones de puestos de trabajo se realizarán mediante bajas incentivadas y jubilaciones.

Amusátegui explicó que el proceso de fusión estará jurídicamente concluido antes de fin de año y que, de hecho, podría estar prácticamente ultimado antes de que concluya 1992.

ESTOS SON SUS PODERES

La nueva entidad será una de las dos más randes del sistema financiero español, junto con la Corporación Bancaria de España, que le aventajará en inversión crediticia pero quedará muy por detrás en lo que se refiere al grupo industrial.

El BCHA tendrá empresas líderes en prácticamente todos los sectores, entre ellas Dragados y Construcciones, Grupo Vitalicio, Seguros La Estrella, Cepsa, Campofrío, Viajes Marsans y Sociedad General Azucarera.

Además, los activos del BCHA ascienden a 7,7 billones de pesetas, sus recursos de clientes a 4,9billones, la inversión crediticia a 3,6 billones y la cartera de valores a 799.819 millones.

Amusátegui y Escámez se mostraron convencidos de que la fusión supondrá un aumento de los beneficios de la nueva entidad en 1992 en relación a la suma de los que obtengan el Central y el Hispano este año.

A este respecto, Escámez reconoció que, a finales de setiembre, los beneficios del Central se situaban en 42.235 millones de pesetas, 4.900 millones menos que en los nueve primeros meses de 1990.

Exlicó que la diferencia obedece a las ventas de empresas del banco realizadas el año pasado, lo que hinchó los resultados de ese ejercicio, y aseguró que el objetivo para el conjunto de 1991 es repetir los resultados de 1990.

Por su parte, Amusategui apuntó como objetivo a medio plazo del BCHA lograr que los beneficios de la entidad fusionada aumenten entre un 15 y un 20 por ciento respecto a los que tienen actualmente. Añadió que el aumento de tamaño debe estimular la rentabilidad y no al revés.

mbos opinaron que la banca española es "una de las más sanas del mundo" y que el menor crecimiento de la economía este año y en 1992 hará que sus cuentas de resultados no sean tan brillantes como las de ejercicios precedentes, pero no supondrá ninguna amenaza para su solvencia.

Escámez recalcó que no participa del "dramatismo" de quienes auguran quiebras de bancos como consecuencia del aumento de la competencia.

Finalmente, se mostró contrario a constituir con las empresas dependientes del BCHA ua corporación industrial similar a la creada por Banesto. En su opinión, eso sería como meter en "una jaula de oro" sociedades que no tienen nada que ver unas con otras.

(SERVIMEDIA)
29 Oct 1991
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