Moratinos compareció ante la Comisión de Asuntos Exteriores para explicar las escalas en España de supuestos vuelos fletados por la CIA para trasladar presos a otros países.

Además de asegurar que no existen indicios de vulneración de la legalidad española y que Estados Unidos ha afirmado que ningún preso viajaba en ninguno de sus vuelos, Moratinos facilitó a los parlamentarios una relación de escalas.

En esa relación figura un vuelo al que el portavoz de Coalición Canaria, Luis Mardones, se había referido en su intervención para pedir explicaciones al ministro.

Se trata de un vuelo que hizo una escala de entre sesenta y noventa minutos en el aeropuerto tinerfeño de Los Rodeos el 12 de abril de 2004 y cuya ruta era Guantánamo-Bucarest.

Mardones lo calificó de "curiosísimo" y añadió que "el comercio que puede haber para aviones civiles entre Guantánamo y Bucarest no creo que esté en el orden de lo fácilmente explicable".

El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, pidió también explicaciones concretas sobre varios vuelos denunciados por medios de comunicación y ONG.

Habló, en concreto, de un avión Gulfstream IV de matrículas N85VM y N227SV de la empresa Richmor Aviation que habría sido utilizado para secuestrar en Milán al clérigo egipcio Hassan Mustafá Osama Naser y su traslado a Ramstein (Alemania) y posterior entrega a la cárcel de Tora, en El Cairo, "donde fue sometido a tortura y nunca se supo más de él".

Otro de los casos sería el del Gulfstream V de matrículas N379P y N8068V de la empresa Premier Executive Transport Services, que se habría utilizado para trasladar a Ahmed Agiza y Muhammed al-Zery desde Suiza a El Cairo, "donde fueron torturados".

Finalmente, un Boeing 737 con matrícula N313P y N4476S perteneciente a la compañía anterior que despegó el 23 de enero de 2004 a las 17:45 del aeropuerto de Son Sant Joan, en Palma de Mallorca.

Tras una escala en Skopje (Macedonia) el avión habría viajado a Bagdad y luego a Kabul, para entregar al ciudadano alemán Jaled el-Masri y después habría regresado a la isla, donde habría permanecido dos días.

Estos datos, explicó, concuerdan con los que figuran en el visado macedonio de salida del pasaporte de El-Masri, que denunció haber sido torturado en Kabul durante cinco meses y después ser liberado sin cargos en la frontera entre Macedonia y Albania.

Las matrículas mencionadas por Llamazares figuran en la relación de escalas facilitada por Moratinos, si bien algunas de las rutas no concuerdan con la relatada por el coordinador general de Izquierda Unida.

Josep Maldonado aseguró que en CiU "nos creemos lo que ha dicho y que ha dicho todo lo que sabe", pero alertó de que no se debe dar carpetazo a este asunto porque, "si hay algo más que no se sabe, hay que investigarlo" y, en su caso, seguir informando.

En un término medio se situó el portavoz del PNV, Josu Erkoreka. En su opinión, el Gobierno asume que ha habido, efectivamente, vuelos de la CIA en aeropuertos españoles, pero se confía en que no han vulnerado la legislación.

Si en algún momento se demuestra que no es así, alertó, se pensará que el ministro mintió a sabiendas "algo que no querríamos creer", o que fue mal informado sobre este asunto.

Gustavo de Arístegui, del PP, subrayó la prudencia con la que ha actuado su partido en este asunto y censuró el "triste y lamentable" espectáculo que ha dado el Gobierno con sus contradicciones en este y otros ámbitos, especialmente ante las gestiones con Filipinas para lograr que Francisco Larrañaga no sea condenado a muerte.

Arístegui alertó al Gobierno de la posición crítica que en este caso tienen sus socios parlamentarios y que puede acentuar la "debilidad" de España en el exterior.