El presidente cubano asistió a un almuerzo popular después de visitar la casa de su padre en el Ayuntamiento de Láncara donde recibió el pergamino que le acredita como hijo adoptivo del municipio.

Castro dedicó cerca de una hora a visitar l Ayuntamiento de Lugo, capital donde reiteró que se siente "orgulloso de ser descendiente de campesinos" y recorrió a pie parte de la muralla romana antes de recibir de manos del alcalde, Tomás Notario Vacas, del Partido Popular, una réplica del monumento.

El presidente de Cuba se desplazó a continuación a Puebla de San Julián, sede del Ayuntamiento de Láncara "Ustedes jamás se avergonzarán de nosotros, siempre estarán orgullosos de contar allá en Cuba con dignos descendientes de españoles" dijo a lo invitados a la entrega del título de hijo adoptivo.

Fidel Castro visitó Lugo en medio de constantes muestras de apoyo de grupos pro-castristas, entre las que unicamente de vez en cuando se intercalaba algún grito esporádico de condena y que los partidarios de Fidel ahogaban con sus consignas.

Castro centró hoy sus declaraciones en destacar los lazos emotivos que le unen con Galicia después de que sus intervenciones públicas de ayer noche sirvieran para hacer discurso político, al reiteraar su deeo de resistir y luchar. "Estamos dispuestos", llegó a decir, "a dar la última gota de nuestro aliento para seguir siendo los que somos".

El presidente cubano, en un encuentro con seguidores del régimien, comparó las campañas de amenazas a su política con la figura de don Quijote. "Quizás todas las amenazas eran molinos de viento, pero don Quijote arrometió contra los molinos", recordó.

Castro explicó que había reducido su viaje a Galicia porque el programa inicial era intenso después de su estania en Madrid, Barcelona y Sevilla.

"En nuestro país", se justificó, "tenemos un intenso trabajo y no quiero que mi pueblo piense que estamos saliendo demasiado en momentos difíciles. ¡ Que fiesta la de los yanquis si no volvemos", ironizó.