La entrada al local, situado en la primera planta, era controlada por un vigilante que ejercía de portero y observaba, a través de una puerta acristalada, a las personas que penetraban en la finca.

El vigilante sólo franqueaba la entrada a aquellos cientes a los que conocía, y mantenía un estrecho control para impedir que gentes ajenas al negocio se colasen en el casino clandestino.

En un mostrador cercano a la puerta, debajo de la tarima del suelo, existía un pulsador que al ser accionado hacía sonar un timbre en la sala donde se celebraba la partida clandestina, a la vez que una luz roja lanzaba destellos intermitentes, para alertar del peligro a los jugadores.

Estas medidas de seguridad, junto al ambiente de la zona, considerada tradicionlmente como un punto de proxenetismo y prostitución de la capital de España, entorpecieron las investigaciones de los policías, que durante quince días observaron los movimientos de los asiduos al local.

POCKER DESCUBIERTO

A las ocho y media de la tarde de ayer, aprovechando que la Policía Municipal realizó en la calle una comprobación de documentos, que produjo cierto revuelo en la zona, los agentes entraron en la finca, ya que el portero salió a ver qué ocurría.

Tras burlar la vigilancia, y povistos de un mandamiento judicial, los policías accedieron a la sala de juego, donde en esos momentos se estaba celebrando una partida de pócker descubierto o "chirivito", en una mesa con 10 jugadores y un croupier.

En la operación fueron intervenidos un fichero, valorado en 160.000 pesetas, 535 barajas de naipes, 3 mesas pequeñas de 4 jugadores y otras 2 mesas grandes para 10 jugadores.

Según la Dirección General de la Policía, aunque no es posible determinar las ganancias del local, el alquile del inmueble asciende a 300.000 pesetas mensuales, sin contar los gastos de mantenimiento. El círculo de jugadores estaba al corriente de todos los pagos.

TERCER CASINO

Este es el tercer casino clandestino desmantelado en Madrid en un mes. El pasado 31 de mayo, inspectores del Cuerpo Nacional de Policía desbarataron dos locales similares, donde se celebraban partidas de juego clandestino perfectamente organizadas.

En el primer chalé, situado en la Avenida de Pío XII, se jugaba todos los días yfueron intervenidos talones bancarios por valor de 61.194.856 pesetas y billetes por valor 2.850.000 pesetas.

En el otro, ubicado en la calle Darro, de la colonia de El Viso, las partidas se celebraban desde hacía más de un año, todos los lunes, miércoles y sábados. Los beneficios del local ascendían a 109 millones de pesetas.

En ambos casinos se jugaban partidas ilegales de pócker, black-jack y bacarrá y en ellos sólo podían entrar personas seleccionadas previamente.

Según la policía, con etas tres actuaciones se ha puesto fin a un importante foco de juego clandestino en Madrid.