Las fuentes consultadas explicaron que cundo el joven violento ingresó en el Hospital de Mendaro, le comunicó al médico que se había torcido la muñeca al caerse al suelo, según consta en el parte médico al que tuvieron acceso dichas fuentes.

Asimismo, desmienten otra de las afirmaciones realizadas por la madre del menor respecto a que éste fue golpeado por varios ertzainas en el interior de un furgón policial. Según explicaron, tras la carga policial y su posterior detención, Iraultza fue trasladado al referido centro hospitalario en una amblancia y no en un vehículo de la Policía Autónoma.

No obstante, precisaron que los hematomas que sufre en la espalda el menor sí pudieron deberse a algún porrazo que se produjo durante la carga policial y que son necesarios para reducir a los violentos.

Un portavoz sindical de la Ertzaintza, que optó por no revelar su identidad, declaró hoy a Servimedia que cuando los agentes de la Ertzaintza intervienen contra un grupo de alborotadores, que además van encapuchados, desconocen si éstos son o no mnores de edad.

En este sentido, explicó que no existe ninguna instrucción por parte de la Consejería del Interior para discriminar la contundencia de las cargas policiales en función de la edad del delincuente. "Existe sólo la directriz del sentido común y de la profesionalidad del agente", señaló.

Y agregó: "eso de que uno es joven y que hay que utilizar una diferente contundencia (policial) con uno o con otro, depende de la situación. Si el que tienes delante se resiste o manifiesta violencia,te está tirando un cóctel molotov a los pies, hasta que no le quitas la capucha no sabes si es un crío. Además, hay críos de 16 años que son corporalmente bastante grandes".

En relación con la posibilidad de que una acción policial pueda ocasionar la fractura de algún hueso del individuo al que se pretende reducir, las fuentes policiales consultadas indicaron que no es tanto resultado de un exceso de violencia policial como de que las porras que utilizan los ertzainas, a diferencia de las de los agenes del Cuerpo Nacional de Policía, son de madera.

Por esa razón, matizaron, una de las cosas que nunca hacen los agentes de la Ertzaintza es pegar en la cabeza.