Estas intervenciones se realizaron gracias a la colaboración de ciudadanos, que alertaron a la Ertzaintza de la presencia de estos artefactos semiescondidos en un cementerio y en una mochila en la orilla deun río.

La primera actuación se produjo a las 7 de la tarde de ayer en Etxebarri, donde los agentes vascos encontraron 101 cócteles químicos y dos garrafas de 8 litros con líquido inflamable escondidos en el exterior del cementerio de la localidad.

Los artefactos estaban guardados en cajas de botellines y en bolsas de plástico escondidas en la puerta del cementerio municipal.

Esa misma tarde varias personas alertaron a la Ertzaintza de la presencia de una mochila sospechosa en la orilla del ío Mañaria, en Durango. La mochila contenía 19 cócteles químicos, 5 bombas pirotécnicas dispuestas en una lanzadera y 60 cohetes pirotécnicos, de los cuales 45 disponían de punta de acero.

El material requisado fue trasladado a dependencias de la Ertzaintza. Según la Policía Autónoma, los artefactos fueron preparados para su utilización por grupos violentos en desórdenes públicos.