El despliegue de la Policía Autónoma frustró la contramanifestación abertzale, prohibida por el Gobierno vasco, ya que los simpatizantes de HB hicieron acto de presencia pero se retiraron a los cino minutos, diez menos de lo que dura la concentración de los jueves de Alditrans.

En la concentración participaron en esta ocasión alrededor de un millar de personas, entre ellas los dos hijos menores del empresario secuestrado; el consejero de Interior, Juan María Atutxa; el portavoz del PNV, Josega Eguibar; el presidente del PP en el País Vasco, Jaime Mayor Oreja; y la dirigente del PSE-EE, Rosa Díez.

Los concentrados por la liberación de Aldaya permanecieron durante 15 minutos en silencio, en orno a la habitual pancarta "Todos somos Josemari".

Frente a ellos se situaron los simpatizantes de HB que, tras una pancarta en favor de la libertad de Euskal Herria, corearon gritos en contra de la Ertzaintza, de Atutxa y de los portadores azul, y en favor de ETA.

Los concentrados de HB decidieron retirarse a los cinco minutos de iniciar su movilización, argumentando que habían conseguido su objetivo de confrontar las dos manifestaciones.

Al finalizar el acto, la consejera de Comercio, Conumo y Turismo del Gobierno vasco, Rosa Díez, afirmó que "los ciudadanos vascos no hemos tenido miedo a la intimidación. Les hemos dicho que estamos hartos de que nos marquen la vida y que queremos manifestarnos por la paz, y por mucho que nos amenacen no vamos a dejar a venir a manifestarnos".