Aún así, el esquiador catalán que quedó por detrás del francés Berejny y del italiano Dal Maistro, reconoció que no se conformaba con el bronce porque "quería ganar, aunque los que han quedado por delante han bajado estupendamente".

Respecto al descenso realizado en las dos mangas disputadas, Eric subrayó que "es muy difícil bajar bien cuando te la juegas a todo o nada", porque éstas son las primeras Paralimpiadas en las que las tres categorías de ciegos y deficientes visuales competían juntos y eso hace que "sea más complicado conseguir un metal"

Villalón, que conquistó el primer metal para la delegación española participante en estos Juegos, también reconoció que tuvo "nervios de última hora", así como que notó una "presión inmensa porque éstos eran los Juegos de Yon Santacana y, al lesionarse, todas las miradas estaban puestas en mí". Sin embargo, señaló que esta presión es muy buena para que los jóvenes esquiadores españoles "vayan acostumbrándose" y que, así, "puedan ir cogiendo experiencia".

De esta forma, el esquí español no se marcha con las manos vacías. "Ahora nadie podrá decir que no hemos sacado algo", declaró, para hacer hincapié en que "la competitividad es muy alta y o nos subimos al carro de los que apuestan por los paralímpicos o en Vancouver será igual o peor".

Vendedor de cupones de la ONCE, ésta fue la octava medalla que consigue en unos Juegos Paralímpicos, aunque reconoció que no las cuenta porque "sencillamente trabajamos para ello y nos esforzamos para llegar a lo más alto y ganar la competición".

Villalón regresará a la competición el domingo en el eslalon, última prueba de los Juegos Paralímpicos de Turín para la que señaló que "las sensaciones son buenas", a pesar de que siempre le ha "estresado mucho esta carrera".