Sin embargo, la propia ERC, junto al PSOE e IU, rechazaron el pasado mes de mayo en la Cámara Baja una proposición de ley para instaurar un permiso de paternidad similar al que ahora plantean.

En aquella ocasión, la proposición, que preveía un permiso de paternidad de cuatro semanas exclusivo para el padre e independiente de las 16 semanas que disfruta la madre en la actualidad, partió del Grupo de Convergéncia i Unió en el Senado y fue aprobada por el pleno de la Cámara Alta, con el apoyo del Partido Popular.

En la proposición que ahora formula, Esquerra argumenta que en 2003, 3.762 hombres decidieron compartir con sus compañeras la baja por maternidad, y en el año anterior fueron 3.312, frente a los 2.729 de 2001, una cifra que "va en aumento", pero que sigue siendo "ínfima en aras a conseguir la igualdad de género".

El porcentaje masculino de solicitudes de baja por paternidad en el año 2003 fue del 1,52 por ciento, dato "del todo desmoralizador", y la legislación española no ayuda a que las bajas por paternidad dejen de ser un hecho "aislado y marginal".

Actualmente, el padre puede disfrutar de baja por paternidad, siempre y cuando los días de los que disfrute, se descuenten del permiso total de la madre, que tiene derecho a las seis primeras semanas desde la fecha del parto, pero puede ceder al padre las diez restantes, siempre que sea trabajadora y cotice a la Seguridad Social.

"Así los padres tienen que 'sustraer' tiempo de baja a la madre, a fin de compartir la responsabilidad para con el hijo", lo que se une a que muchas empresas todavía "no ven con buenos ojos que sus trabajadores soliciten la baja por paternidad, y en muchos casos ponen inconvenientes a los trabajadores que instan la misma".

Por ello, ERC considera necesaria una modificación normativa por la que se "reconozca y fortalezca la baja por paternidad independientemente de la de la madre, a fin que sea aceptado socialmente a través de un reconocimiento legislativo del derecho del padre a acogerse a su propia baja por paternidad".

Así, emplaza al Ejecutivo a realizar las modificaciones legales oportunas para que en los supuestos de parto o adopción o acogimiento de hijos menores de seis años, o bien mayores de esta edad pero que tengan especiales dificultades de inserción social y familiar, el padre pueda disfrutar de la suspensión de su contrato con reserva de su puesto de trabajo.

Este permiso podrá tener una duración de cuatro semanas ininterrumpidas, ampliables en el supuesto de parto o adopción o acogimiento múltiple en dos semanas más por cada hijo a partir del segundo, independientemente de la suspensión por el mismo supuesto a la que se acoja la madre.