El Museo Militar está ubicdo en el Castillo de Montjuic, gestionado por el Ayuntamiento de Barcelona. Sin embargo, una cláusula de la ley de cesión dejó el museo en manos del Ministerio de Defensa.

Puigcercós denuncia en su exposición de motivos que este museo acoge desde hace cuarenta años emblemas "de ideología nazi y fascista", y que la tienda interna vende "con finalidades comerciales y de difusión ideológica una serie de objetos con insignias fascistas, no sólo franquistas sino también del Tercer Reich".

Recuerda, admás, que la ley de cesion, dictada por las Cortes de Franco en 1960, establecía como finalidad de este museo "el enaltecimiento del recuerdo y de la lección de los caídos por Dios y por España en el foso de Santa Elena", y la conversión del recinto "en un lugar de veneración y alegría".

En la retahíla de argumentos a favor del cierre del Museo, Puigcercós recuerda que en su recinto fue asesinado el presidente de la Generalitat de Cataluña Lluis Companys, y en la misma celda donde permaneció encarcelad "se exhibe una estatua ecuestre del dictador".

Por todo ello, pide el cierre del Museo y la garantía de que no vuelva a abrirse hasta que se llegue a un acuerdo "para reorientar sus funciones y darle un uso democrático y de servicio a la ciudad".