La ministra de Defensa, que respondió a cuatro preguntas de distintas formaciones políticas sobre el ‘caso Pegasus’, insistió en defender la legalidad del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y afeó a los independentistas que están acusando al CNI sin pruebas. “Presente usted las pruebas. ¿Dónde están las pruebas?”, dijo a la portavoz de la CUP en el Congreso, Mireia Vehí.

Esta misma mañana, fuentes de ERC en el Congreso de los Diputados afirmaron que “nadie” quiere “la cabeza” de Robles, un hecho contradictorio con el mostrado por la formación horas más tarde tanto en declaraciones como en la nota de prensa.

Desde el Parlament de Cataluña, durante la sesión de control al Gobierno catalán, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, aseguró que estas declaraciones “la incapacitan políticamente para seguir en este cargo”. “Son extremadamente graves”, dijo, al tiempo que criticó que defender la independencia otorgue al Estado “vía libre” para “entrar” en sus vidas.

Además, pidió a Robles que asuma responsabilidades porque “el CNI estaba bajo su responsabilidad”. Por tanto, insistió en que la ministra de Defensa, si no conocía este supuesto caso de espionaje debe dimitir “por incompetente”, y si lo sabía, “por vulnerar los derechos más básicos”.

Asimismo, el portavoz de ERC en el Cámara Baja, Gabriel Rufián, señaló que las declaraciones de Robles ante el Pleno y el “menosprecio” de los últimos días ante la demanda de explicaciones por parte de los republicanos y del conjunto del Gobierno de la Generalitat catalana “demuestran que sería una gran ministra en un gobierno de PP y Vox”.

ERC, según indica en una nota, considera que este caso “atenta contra los derechos fundamentales, supone una vulneración flagrante de la intimidad de las personas que han sido espiadas y de la libertad política e ideológica”. Por ello, ERC señala que “no vale ni escudarse en secretos oficiales ni camuflarse bajo mantras del Estado de derecho”.